Hace poco leí un libro en el
que al protagonista, su maestro le pide que defina qué es el azul. Al
protagonista, evidentemente, no le llegan palabras a la boca, sólo es
capaz de
señalar con el dedo todo lo que su vista encuentra de color azul.
Señala el mar, el cielo, su ropaje…. pero sin una sola palabra.
Al pedirme Cris que tratara de
definir en pocas palabras lo que es el coaching, me quedé como el
protagonista de la historia. Podría dar ejemplos de cómo funciona el
coaching, de
lo que supone para mi vida, pero hacer una definición en pocas
palabras… era difícil.
Después de haber estado
dándole vueltas, jugando con las palabras, recordé que ya había hecho
ese ejercicio, y que para mi web había tratado de definir qué es el
coaching. Releí:
El coaching es un proceso, entre el coach y el cliente, mediante el cual el coach ayuda al cliente a clarificar sus objetivos, a tomar conciencia de su realidad, y a poner los puntos necesarios para alcanzar dichos objetivos...y me gustó.
Pero… las palabras se
escuchan, pero no se viven. El protagonista de nuestra historia podía
recordar qué imagen en su cabeza representaba el azul, aunque no supiera
definirlo. El
ejercicio sería similar si alguien nos preguntara cómo definiríamos el
amor, dudaríamos cómo definirlo, pero no tendríamos ningún problema en
hablar de ese escalofrío que nos recorre el cuerpo o esas mariposas en
el estómago, el amor como una sensación física.
Click.
Click.
Click. Ese es para mí el
sonido del coaching, el click que se produce en nuestra cabeza cuando
nos damos cuenta de algo, cuando REALMENTE entendemos. Conseguir ese
click en una
sesión de coaching es uno de los síntomas de que el coaching está
funcionando, aunque no el único. Ya sabemos todos que las mariposas en
el estómago no es lo único en lo que llamamos “amor”.
En un proceso de coaching, que
se compone de las sesiones y del tiempo que sucede entre las sesiones,
el cliente, con la ayuda del coach, va a darse cuenta de cuales son sus
objetivos,
de qué es lo que REALMENTE quiere. Además, va a entender cuál es su
situación actual, qué le impide conseguir sus objetivos, y entablar un
plan de acción para conseguirlo.
Como veis, aquí el que trabaja
es el cliente. Y es que nadie debería ser capaz de decirle a otra
persona qué es lo que debe hacer, básicamente por dos motivos; uno es
que no se
implica, sí, seguramente sea un amigo, se preocupe por su bienestar y
su intención sea la mejor pero es que no va a sufrir las consecuencias
de dicha decisión, que solamente va a sufrir quien tiene que tomar la
decisión.
Y la segunda, clave: que levante la
mano aquel que conoce tan bien a alguien como a sí mismo, !exacto!. Cada
uno tenemos mil recovecos dentro de nosotros mismos, algunos tan
profundos que ni siquiera sabemos que existen. ¿Quién no se ha emocionado
ante un anuncio o una noticia, frente al televisor,
sin saber por qué?.
Si ya es difícil conocernos a nosotros mismos… ¿cómo
vamos a saber qué es lo que quieren los demás?
El coach, mediante preguntas,
será capaz de que el cliente sepa encontrar sus propias respuestas, que
son únicas, que son personales e intransferibles. Es un trabajo técnico,
para
el que es necesario estar preparado y tener experiencia, desconfiad de
aquellos que han hecho un curso intensivo en un fin de semana.
Con el
coaching llegamos a partes íntimas y profundas de nosotros mismos. No
dejaríais vuestro Ferrari a un mecánico que hizo
un curso de un fin de semana, ¿verdad?,qué suerte que tengáis un Ferrari…
¿Por qué me salto una dieta, si
lo que quiero es adelgazar?,¿qué tengo que hacer para conseguir los
resultados de mi equipo de trabajo?,¿por qué no puedo ponerme a estudiar,
si aprobar
ese examen es lo que más quiero?, ¿cómo puedo hacer para superar aquella
separación?, ¿qué me hace sentirme infeliz a pesar de tener una vida
plena?,¿qué me pasa? ,¿por qué no saco partido de todas mis capacidades?
¿Has pensado alguna vez que a
lo mejor alguien te puede ayudar a superar las dificultades, a conocerte
mejor, a conseguir lo que quieres? Eso es el coaching.
El coach no te dirá qué es lo que tiene que hacer, pero te acompañará en tu camino, apoyándote cuando sea necesario, empujándote cuando dudes, ayudándote en los desafíos.
El azul no se puede definir,
pero se puede disfrutar. Si todas estas palabras aún no han conseguido
un “click” dentro de tu cabeza, !no dejes de hacer todas las preguntas
que se
te ocurran!
Gracias a Cris por la oportunidad de escribir sobre coaching!
Genial artículo Jorge, enhorabuena.
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