Cuando trabajas en recursos humanos, una de las herramientas principales con las que contamos las personas que trabajamos en selección, son la red de contactos ó networking. Está formado por las personas que has ido contactando a lo largo de los años que conservan tu número de teléfono, tu dirección de correo, tu perfil de linkedin o solo tu nombre y apellido y te buscan o les buscas pasado el tiempo.
Esta red de contactos es de las cosas más importantes que poseemos, ya no sólo a nivel profesional sino a nivel personal. Son un conjunto de personas a los que muchas veces acudes y que literalmente te sacan de un apuro.
Tengo la suerte de que pasado el tiempo conservo casi intacta esa red de contactos que un día inicié y cuidé a lo largo del tiempo y que sin lugar a dudas se ha convertido en un pequeño tesoro que me acompañará durante muchos años.
Con muchos candidatos conservo una relación personal y de vez en cuando les pido algún favor para encontrar un perfil determinado que me está dando un "gran quebradero de cabeza". Nunca había sido consciente de la importancia de mantener a ciertas personas cerca, simplemente les cuidaba y ellos a mí, pero sin ser consciente de que quién conserva estas relaciones está respaldado para muchísimas cosas.
Hace poco me dí cuenta de ese privilegio, cuando por linkedin contacté con un candidato de hace ya varios años y al comentarle que me había cambiado de empresa, él sin dudarlo me djo, no te preocupes yo te ayudaré en la medida de lo posible, si necesitas algo sólo tienes que llamarme. Y dicho y hecho, cuando he necesitado algo de él, he descolgado él teléfono y siempre, siempre me ha echado una mano.
La mayoría de las personas las conozco por video conferencia o por teléfono y a una gran parte, todavía no le he puesto cara, incluso tengo a personas que me echan una mano y están a 3000 kilómetros de distancia de España, con lo que a veces que me paro y pienso cual es la mejor manera de agradecer que a pesar de los años, los cambios, y la distancia, con un simple mail hay personas que te siguen reconociendo sólo por el nombre o a través de una llamada de teléfono por la voz.
Hoy llamando a una candidata me comentaba, te he reconocido por la voz y por la sonrisa!! y hace un par de días, hablaba con otra candidata que nuestra relación ha pasado de ser un curriculum vitae en mi dirección de email a mantener una relación de amistad y estar pendiente de su futura maternidad.
Por todo ello, hoy me he sentido verdaderamente afortunada porque a pesar de que nuestra profesión muchas veces tiene los sinsabores de la otra cara: los puestos son para antes de ayer, no consigues encontrar al candidato idóneo etc, nunca había sido tan consciente de que gracias al cuidado que he puesto durante mucho tiempo en "mantener" esos contactos hoy soy una verdadera privilegiada.
Es indudable que en los tiempos que corren nuestro mejor bien son los contactos que tenemos. En casi todas las empresas en las que he trabajado ha habido alguien recomendándome para el puesto de trabajo. Evidentemente sin la valía no se es nada pero una buena gestión de tus contactos en muchas ocasiones garantiza una recompensa.
ResponderEliminarSaber este tipo de cosas hace que me sienta bien. Es muy bonito lo que has escrito. Es la recompensa de la empatía... y tan afortunada eres de poder escribirlo, como yo de leerlo.
ResponderEliminarMil gracias Manuel.
Eliminar